Curso 2019: “El síntoma, su interpretación y sus usos”
Graciela Brodsky
“Para Freud, el síntoma era – la definición clásica del síntoma- una solución de compromiso. Es interesantísimo que Freud lo haya planteado así, porque de entrada articula el síntoma con la solución, cuando uno trataría de pensar espontáneamente la articulación entre el síntoma y el problema; el síntoma es un problema. Si yo no puedo subirme a un ascensor porque tengo una fobia, si yo no puedo dejar de pensar porque tengo una obsesión, si yo no puedo parar de dirigirme al médico porque el cuerpo nunca me responde como espero; en fin, si el síntoma me acosa, más bien lo trato como un problema del cual me quiero desembarazar, como cuando uno va al dentista porque le duele una muela. Uno no piensa que el dolor de muelas es una solución, para nada, más bien piensa que es un problema que hay que sacarse de encima lo más rápidamente posible. Pensar que el síntoma es una solución, como lo formula Freud muy tempranamente, ya es introducir en el síntoma una perspectiva que no es la que conocemos. Y es porque para Freud el síntoma viene al lugar de otra cosa. Muy tempranamente, el síntoma para Freud suple algo; la dimensión del síntoma como suplencia es algo que trabajamos mucho en la última enseñanza de Lacan, lo trabajamos mucho alrededor de la psicosis por ejemplo, pero el síntoma como suplencia está presente desde el inicio de la enseñanza de Freud. Su primera hipótesis, porque su práctica empieza con la histeria, es que el síntoma viene al lugar de un deseo que no puede realizarse abiertamente”.
La conferencia completa puede leerse en La práctica analítica, entre real y ficción. Conferencias del SCF-La Plata, Grama, Buenos Aires, 2024.