Seminario del Campo Freudiano - Sección La Plata de la EOL

Leer – amar – odiar [1]

Reseña por Paula Vallejo

Este sábado 11 de marzo comenzaron las actividades del Seminario del Campo Freudiano La Plata, con una conferencia dictada por Fabián Naparstek sobre el tema elegido para el 2023: “Saber leer en psicoanálisis: los divinos detalles”.

En la presentación, Marisol Gutiérrez directora de la EOL- Sección La Plata y responsable general del SCF, destacó la inauguración de un nuevo ciclo en el mismo y planteó, con la metáfora de la navegación, la necesidad de saber “dónde estamos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir”. Situando la importancia de sostener una “buena vecindad”[2] entre la Escuela y el Instituto, “lógicas diferentes pero con una misma orientación”, propuso la fuerza impulsora del propio viento para hacer avanzar el barco del psicoanálisis.

A mi turno, como directora del SCF-La Plata, señalé que la elección del “saber leer” como tema del año surgió a partir de la idea de que uno lee los textos de Lacan de la misma manera en que se analiza, es decir, poniendo de su parte. También recordé que Lacan siguió a Freud al considerar el inconsciente como un texto, pero agregándole el “deseo del analista”,como operador indispensable para “saber leer de otra manera”.Concluí mi presentación recordando que en la apuesta de formación del SCF no se trata sólo de acumular saber, como en la universidad, sino de producirlo, elaborarlo, animados por un deseo de encontrar algo nuevo, una otra manera de leer.

Fabián Naparstek comenzó su intervención subrayando la relación entre la lectura y la transferencia, a partir de señalar la importancia de situar siempre el partenaire al que uno se dirige. Apuntó directamente a sostener una lectura capaz de “ir a abrir el vientre del texto” y de “darle vuelo a las palabras”. Como hizo Lacan con Freud, que en lugar de idealizarlo y meramente repetirlo supo mantener la buena distancia para no identificarse con él y producir una vivificación de lo que éste nos enseñó. Expuso con mucha claridad la diferencia entre leer con una transferencia comandada por el Nombre del Padre o una transferencia orientada por el objeto a, que ligó al divino detalle que se va a buscar en el Otro y permite descompletarlo.

Resaltó también que “la única manera de decir algo nuevo es decirlo a partir de sí mismo”. Y que eso tiene un costo libidinal, costo que Lacan pagó con su excomunión al hacerle la contra al deseo de Freud e inventar el deseo del analista -como señala Miller-[3], separado del deseo de Freud. Finalmente, se detuvo en la consideración de la utilidad de la transferencia negativa, ubicando que “la condición de la lectura es la desuposición del saber”[4].

Posteriormente, se produjo una animada conversación, con la que se dio inicio al trabajo por venir.

NOTAS

  1. (Subtítulo que Miller agrega en la p.79 del Seminario 20, en la clase VI “Dios y el goce de La/ mujer” y que F. Naparstek resaltó en su conferencia).
  2. Brodsky, G. “La Escuela y sus vecindades: el Instituto”. En El Caldero de la Escuela n° 28, Grama, Bs. As. 2020.
  3. Miller, J-A. El deseo de Lacan. Atuel, Bs. As. 1997.
  4. Lacan, J. Seminario 20, Aún, Paidós Bs. As., p. 85.