Seminario del Campo Freudiano - Sección La Plata de la EOL

Palabras preliminares

Por Mauricio Tarrab

¡Buenas noches! Marisol y Paula nos pidieron a Graciela y a mí que dijéramos algo en la presentación de este primer libro de las Conferencias del Seminario del Campo Freudiano en La Plata. Graciela está de viaje y no va a poder intervenir y yo voy a ser muy breve.

Pienso que el marco del libro está perfectamente ubicado en la Presentación y en el Editorial y en lo que han dicho, con sus sesgos peculiares, tanto Marisol como Paula en esta introducción, dando también el marco institucional que resalta la relación entre la Escuela y el Instituto. Pienso que esta relación ha tenido sus vaivenes, sus idas y venidas, pero que es esencial esta relación entre la Escuela y el SCF. Eso por un lado.

También está la justificación que pueden leer en el Editorial, del programa que el SCF ofrece y cómo sus sucesivas reformulaciones han ido siguiendo una orientación bien definida. En el Editorial, Paula lo dice con una cita de Miller que acaba de mencionar y que me pareció preciosa, a propósito de la invención del Instituto, donde Miller dice que fue necesaria para que el saber expuesto descompletara el saber supuesto que sustenta el psicoanálisis. Una frase tan simple, orientadora, de cuál ha sido la intención de la fundación del Instituto del Campo Freudiano.

Creo que se puede decir, evocando un poco el título del libro, que así como la práctica analítica está entre real y ficción, la enseñanza del psicoanálisis y nuestra formación analítica, están entre el saber expuesto y el saber supuesto. Y ahí tenemos la dificultad y la paradoja de la enseñanza del psicoanálisis. Es la paradoja que formuló Lacan cuando va a la universidad, a Vincennes –creo que mencioné esta frase en la clase de apertura de este año del Seminario, pero la voy a repetir porque ubica la paradoja y el problema fundamental, y lo dice alguien que se pasó 40 años enseñando y que creó una enseñanza- y dice “El discurso analítico no tiene nada de universal –lo está diciendo en la universidad- es por lo cual no es materia de enseñanza”. Es el cruce complejo de los discursos analítico y universitario, y es además la apuesta de Lacan que aún continúa en nuestras Escuelas y en todos nuestros institutos.

El problema de la enseñanza del psicoanálisis no es el de cómo se educa al asno -me refiero al famoso asno de Víctor Hugo con el que ironiza sobre la educación y la enseñanza-. El problema principal de la formación analítica no está fuera del psicoanálisis, no es ni una cuestión de métodos ni una cuestión de sistemas. El problema principal de la enseñanza y de la formación analítica es el psicoanálisis mismo. El verdadero límite a cualquier formación planificada es que el psicoanálisis, como saber y como experiencia, no se puede dominar del todo ni puede transmitirse integralmente, ni como saber, ni como un saber hacer, ni en la universidad, ni en los institutos, ni en la Escuela y tampoco en el análisis.

Como tengo la fortuna de no tener que comentar el contenido del libro ya que otros que están aquí presentes van a hacer ese trabajo, voy a mencionar solamente este aspecto. Estoy seguro de que cada uno de los autores, a quienes conozco bien y los sé a todos concernidos por la transmisión del Psicoanálisis desde hace tantos años, cada uno de ellos, entre los que me incluyo, al preparar su conferencia debe haberse situado ante una encrucijada fundamental. Si leemos el índice de este libro y luego las conferencias, entiendo que cada uno de los autores se ha enfrentado al esfuerzo de responder a la pregunta de Lacan de cómo enseñar lo que no se enseña. Imagino a cada uno de estos queridos amigos, que han dado las conferencias, frente a esa encrucijada: cómo enseñar psicoanálisis y al mismo tiempo enseñar lo que no se enseña, que no es lo mismo. Esa es mi contribución a este momento donde celebramos la aparición de un nuevo libro del Seminario del Campo Freudiano.