Por María Adela Pérez Duhalde (miembro de la EOL-La Plata)
I. Puente
Buenas tardes, a los aquí presentes y a los colegas del zoom. Estoy muy contenta de compartir la mesa con ustedes y sumar mi voz a esta “presentación coral” del primer libro de Conferencias del Seminario del Campo Freudiano en La Plata, titulado “La práctica analítica, entre real y ficción”.
Agradecida por la invitación a Paula Vallejo -Directora del SCF- y a Marisol Gutierrez – Responsable de este Seminario y Directora de la EOL Sección La Plata-. También agradecida a cada uno y a cada una de los que -además de ellas dos- han hecho posible esta publicación. Tuve la fortuna, de asistir a muchas de las conferencias que hoy se publican. Fue una grata sorpresa, ver que la conversación aparecía también publicada, dando cuenta así de la política que anima la propuesta del SCF en la que se trata de un “trabajo colectivo y no de una exposición sin feedback” (GB p14).
El corazón de este libro empieza a palpitar en su título, en su ilustración de tapa y en su contratapa. Les sugiero entonces, que empiecen por ahí. Luego les propongo, hacer un alto en las presentaciones de Paula y Marisol. De allí destaco la vecindad entre el Instituto y la Escuela. Con este libro entendí mejor esa relación y la importancia que para cada uno tiene la existencia del otro/a; también aprendí que a veces es necesario que la puerta se cierre para que algo se consolide. Que: “cómo enseñar lo que el Psicoanálisis enseña”, es una pregunta que habita ambos espacios; que ese es un punto de intersección. Y que la separación se sostiene de otras preguntas que atañen a la experiencia del análisis y a la práctica analítica. Se trata de una fecunda vecindad y este libro me resulta un puente excelente.

II. Anzuelos
Ahora sí trataré de “darme maña” para pasarles algunas notas de lo que suena para mí en las dos conferencias de 2019. La de apertura a cargo de Graciela Brodsky titulada: “El síntoma analítico, su interpretación y sus usos”, y la de cierre a cargo de Mauricio Tarrab titulada: “¿Qué interpretación?”. Síntoma analítico e interpretación, tal como señala Lacan en el Seminario 11 “los dos extremos de la experiencia analítica” (p.53/p.183) trabajados aquí. No me resultó sencilla la tarea, porque quisiera contarles TODOOOO pero entiendo que se trata de compartir una parte. De cada conferencia recorte un anzuelo.
Anzuelo 1- La tela del psicoanalista
Graciela Brodsky inicia su presentación destacando el nombre elegido ese año para ponerse al trabajo en el SCF: “en la sola elección de un nombre hay una decisión, hay una expectativa, hay un proyecto…” (p14) A los participantes les dice: “ustedes también eligieron meterse en este camino…ese título les resuena de alguna manera como enigma”.
Múltiples interrogantes viven en su exposición ¿Por qué hablar de síntoma analítico y no decir el síntoma a secas? ¿Cuál es el estatuto del síntoma al inicio del análisis y cuál una vez que pasó por el dispositivo? ¿El análisis levanta el síntoma, lo transforma, lo habitúa? Para Freud el síntoma era una solución de compromiso de un deseo sexual reprimido. (P.18). Sucede que la época victoriana no es la nuestra, entonces ¿por qué una práctica como los consumos sería un síntoma? ¿Son síntomas todo eso que es motivo de consulta en servicios hospitalarios? ¿En aras de qué ideal entorpeceríamos esa satisfacción? ¿Acaso somos guardianes de la vida?” (p.20) Su presentación nos confronta con las dificultades clínicas que atraviesan nuestra práctica.
“Para que el síntoma pase de su estado inicial a ser un síntoma analítico hace falta el analista.” (p.21) “El síntoma con el que ustedes van a lidiar es el síntoma sometido al dispositivo analítico, lo que lo torna interpretable. Por eso el título es “El síntoma analítico, su interpretación y sus usos” (p.28) pero ¿a qué vienen los usos?”. Aquí se abre otra puerta “para el psicoanalista no alcanza con preguntarse qué quiere decir, hay que preguntarse para qué sirve”. (p.28)
Desde esta perspectiva nos habla del respeto por el valor de uso del síntoma en nuestra práctica. Asimismo aborda esta dimensión una vez atravesado un análisis, en donde “…queda ese resto y con ese resto Lacan dice saber hacer, como con una receta, como el alfarero… algo del orden de lo material pero que no tiene sentido… saber hacer con eso del síntoma que ya es inanalizable, esa puede ser la tela de la que está hecho el psicoanalista.” (p.31)
Anzuelo 2- Hacer escuchar lo que está escrito
Mauricio Tarrab da su conferencia tras todo el año de trabajo: “¿Qué interpretación?” “Por supuesto que la utilizamos todos los días como instrumento en la cura analítica, pero ¿cuál? ¿la del inconsciente …? ¿O la que Lacan homologa al deseo mismo? ¿O la que el sujeto hace de ese enigma que es el deseo del Otro? ¿La que hice o la que dejé de hacer? ¿La verdadera o la inexacta? ¿la que inauguró la historia del psicoanálisis…? ¿la de las resistencias.. la de la contratransferencia? ¿la que destaca el significante amo o la que apunta a lo indecible? ¿a lo real?… La lista podría seguir porque la interpretación en psicoanálisis es diversa y difícil de apresar… no hay forma de transmitir un cómo se hace.. al igual que en el encuentro sexual, no hay manual de instrucciones que valga: Todos principiantes”
“En la práctica estamos entre real y ficción… frente a lo real, no hacemos otra cosa que interpretar!… analistas, analizantes y hasta el vecino de la esquina… todos intérpretes…” (p.47) No obstante la interpretación analítica se contrapone a esta máquina interpretativa: “La interpretación analítica devasta, enflaquece, desinfla, y reduce a lo esencial el delirio o la ficción” (p.48) Misma orientación ya sea neurosis o psicosis.
(P.55) “Entonces ¿qué interpretación? …debemos reconocer que es una palabra que abarca campos extensos y alejados del psicoanálisis mismo: quien toca un instrumento musical interpreta la obra… un actor o una actriz interpretan un papel que está escrito en alguna parte… la interpretación tiene siempre algo de aquel que la interpreta. Está la obra… y está la interpretación… El ejecutante de un instrumento musical… al igual que el analista: hace escuchar lo que está escrito… “hacer escuchar lo que está escrito” es una buena fórmula para la interpretación analítica. Sin embargo es esencial añadir que, en ambos casos, el cuerpo está concernido más allá de las palabras”. (p.56)
III. Ronda
Cuando inicié este recorrido dije que se trataba de una presentación coral. Ahora -para cerrar mi parte- diré que más que coral, pienso en una ronda de canto, que no tiene director ni partitura, porque lo que cada uno “hace escuchar de lo que está escrito” es aquello que le concierne. Lectores/participantes/enseñantes/analizantes ¡no se pierdan la oportunidad de sumarse! Participantes: A ellos se les demanda una actividad “Está permitido escuchar en ese vocablo participante el valor de parte (parte de ningún todo p.311), que da cuenta del objeto a” (Miller, Del Edipo a la sexuación, p.319- apertura de la sección clínica 1984)