Clase 8 – 26 de junio de 2024
Reseña por Nicolás Gutiérrez
En el contexto del Seminario Lectura de J. Lacan es invitada la socióloga Carolina Escudero para hablarnos de Marx como autor y del concepto de plusvalía. En la presentación que Stella López hace de Carolina y del tema, menciona que es en el Seminario 17 de Lacan en donde adquirirá consistencia la noción de plus de gozar introducida en una función de homología con respecto a la plusvalía marxista. Lacan sitúa allí la función esencial del objeto a, intentando aislar una unidad de goce. Por su parte, Verónica Escudero, argumenta la invitación de Carolina al seminario, en relación al reconocimiento que Lacan realiza de la función autor tal como la presenta Michel Foucault, quien llama autor no solo a Freud sino también a Marx.
En su presentación, Carolina hizo hincapié en dos puntos fundamentales: la función autor y la plusvalía.
Con respecto a la función autor destacó tres elementos: la instauración discursiva, los fundadores de discursividad y la episteme moderna. Para presentar la función autor retomó los desarrollos de Michel Foucault, quien refiere que la desaparición del autor pone en cuestión la figura del sujeto fundante de un sentido de discurso quedando en primer plano las reglas que un discurso instaura. Cuando las reglas que un discurso instaura cumplen con la función autor produce una ruptura con un orden determinado del decir por su propio modo de ser singular. En este sentido, tanto Marx como Freud son considerados por Foucault como fundadores de discursividad, en tanto sus discursos cumplen con la función autor rompiendo con un modo determinado de decir. La instauración de estos discursos permiten fundar las condiciones de posibilidad de la emergencia de nuevos discursos y, a su vez, las reglas de creación de discursos heterogéneos a los propios discursos de Freud y de Marx. La regla principal de creación de estos discursos es lo que se denomina “maniobra del retorno al origen”, que se presenta como un trabajo de transformación de un campo teórico.
Con respecto al tercer elemento, Carolina dijo que tanto Freud como Marx instauran reglas de discurso en el contexto de una episteme moderna caracterizada por poner al hombre como elemento central de las formas de saber que se articulan. En este contexto surgen las ciencias naturales y también las ciencias humanas. En ese marco, el psicoanálisis y el marxismo surgen como contra ciencias humanas. Carolina refirió que en este marco general es donde podríamos ubicar “la estofa común” entre plusvalía y plus de goce.
En el segundo momento de la presentación, Carolina nos habló del concepto de plusvalía en tanto revela el tipo de explotación estrictamente económica del hombre por el hombre. Aclaró que siempre hubo proceso de trabajo y excedente, es decir, en la producción hay un excedente. Cómo se trata a este excedente abre la pregunta acerca de la particularidad en que la forma social capitalista lo trata. De este modo, nos invitó a pensar el concepto de plusvalía a partir de tres términos: separación, pérdida, ganancia.
El primero remite al proceso de acumulación originaria del capital (siglos XVII y XVIII) y la separación del productor directo de los medios de trabajo y del producto del trabajo. Con respecto al segundo hizo referencia a la equivalencia entre proceso de trabajo y proceso de valorización de capital (proceso de creación de plusvalía). Pérdida en el sentido en que la acción de trabajar queda despojada de los medios del trabajo y del producto. Pero a su vez queda despojada de su propia capacidad de acción en cuanto es vendida como fuerza de trabajo al capital, surgiendo así el trabajo libre o asalariado. El trabajo como mercancía, como cualquier otro objeto, tiene un valor de cambio y un valor de uso. Marx sostiene a propósito de la plusvalía que el trabajo realiza su valor de cambio y enajena su valor de uso. Allí -dijo Carolina- está el secreto de la plusvalía. Es decir, en el mercado, bajo la ley de la oferta y la demanda, el trabajador vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario que representa un conjunto de valores de uso. El capitalista compra un tiempo de uso de esa fuerza de trabajo. La particularidad del valor de uso de la fuerza de trabajo es que crea un valor que antes del proceso productivo no existía. El consumo de la fuerza de trabajo en términos de valor de uso es lo que produce aquello que antes no estaba. Por lo tanto, el producto final le pertenece a quien haya comprado y consumido esa fuerza de trabajo. Esa apropiación privada de ese valor creado en el proceso productivo es lo que se llama ganancia.
Este es el movimiento de la plusvalía, ese incremento de valor que es posible por este movimiento productivo. El secreto de la plusvalía está en el proceso de producción, no en el mercado, es decir, en el modo en el que se produce. De esta forma, la plusvalía es la falla de la estructura, punto a partir del cual se podría decir que plusvalía y plus de goce son de la misma estofa, señaló Carolina. Por último, afirmó que si bien la plusvalía es la falla de la estructura, la misma garantiza su funcionamiento.