Seminario del Campo Freudiano - Sección La Plata de la EOL

Reseña Seminario Avanzado: Momento Radiofonía- Clase 1

Clase 1 – 30 de marzo de 2024

Reseña por Natalia Cejas

En la apertura del Seminario Gabriela Rodríguez y Marisol Gutiérrez nos proponen comenzar escuchando el audio donde Lacan lee ‘Radiofonía’.

Luego, Gabriela Rodríguez retoma dos palabras que quedaron sonando de la conferencia inaugural de Mauricio Tarrab: humildad y potencia. Plantea entonces retomar la humildad en términos de modestia, en cuanto a la posición de lectura para abordar las discusiones que pueden delimitarse en el escenario de 1970 que enmarcan Radiofonía. Y potencia, como rasgo del escrito, en el que Lacan se vale de los discursos para proponer una respuesta posible a esos escenarios de su época. Gabriela recorta entonces, tres puntos que permitirían armar una suerte de coordenada de lectura, que concentran los problemas a los que Lacan responde a partir de las preguntas que le formula Robert Georgin:

– la cuestión del lugar de las ciencias humanas (o, como precisará en “La ciencia y la verdad”, las ciencias conjeturales) en relación con la ciencia moderna.

– la cuestión del destino del estructuralismo, y

– el lugar espinoso del término revolución, que atravesaba el horizonte de la época (en relación tanto al mayo francés como a la revolución maoista). Tres asuntos presentes en la comunidad de discurso a la que pertenece Lacan y en la época en la que se produce el momento Radiofonía,

En cuanto a nombrar de este modo el acontecimiento del escrito, es decir con el término momento, Gabriela propone subrayar no sólo la extensión acotada “brevedad” que el término supone, sino y más allá de la duración, la dimensión de algo que singulariza. También, trae una acepción proveniente de la física, donde la palabra momento alude a la aplicación de una fuerza, que produce un giro, una torsión. De allí que propone que en el espacio del seminario intentemos capturar ese momento de giro, de torsión, tal como se circunscribe en el escrito.

Señala la posición de Lacan (lee las respuestas que ha redactado por escrito) y la posición de sus escuchas/lectores. En cuanto a Lacan, conjetura el lugar que ha tenido Robert Georgin como destinatario interesado. Lacan especifica que se dirige a él como lector, menciona que lo ha leído. Y respecto a su presunto auditorio de radioescuchas, por el caso los belgas, pero quizás también nosotros, subraya el lugar que tiene una escucha sin la presencia corporal, no cuentan con su persona, como dirá Lacan en su Seminario, presencia que podría en la transmisión oral operar con un efecto pantalla (en su doble acepción)

Propone localizar el acontecimiento del momento Radiofonía a partir de dos coordenadas, cercanas temporalmente. En primer lugar, el Simposio de Baltimore (1966), donde se trató de un evento que fue propuesto como un gran encuentro estructuralista, que permitiría avanzar en el proyecto de dessemantizar las ciencias sociales y en el cual, paradójicamente o no, se deslizó por primera vez la posibilidad de un posestructuralismo, a través de la voz de Derrida.

La segunda coordenada que propone localizar para circunscribir el momento Radiofonía, es el mayo francés (1968). Momento en el cual también se ponía en cuestión la lectura estructural de la coyuntura. Sobresaltos, turbulencias, centralmente un desencuentro entre el deseo y el saber (según se sigue de la última clase del Seminario XV de Lacan) que será leída en Radiofonía con la categoría de Discurso. Gabriela recuerda el señalamiento de Laurent, cuando dice que es el uso de la categoría de discurso para la lectura de un acontecimiento histórico lo que permite delimitarlo como síntoma y por lo tanto lo localiza dentro del campo analítico. Y dentro del mismo localiza a ese desencuentro como un síntoma relativo al discurso del amo, que permite precisar la operación de reversión.

Finalmente, nos comparte una curiosidad: Miller menciona que Lacan había propuesto titular a la edición de Radiofonía, “El arte de vivir”; abre entonces la pregunta por el lugar y el alcance que este título tiene respecto a lo que allí se lee.

Marisol Gutiérrez retoma también la cuestión del momento ‘Radiofonía’ y vuelve sobre el libro “El reverso de la biopolítica” donde Eric Laurent propone denominarlo de esta manera. Laurent plantea allí que es en ‘Radiofonía’ cuando Lacan presenta al cuerpo como conjunto vacío, un antecedente del abordaje de la lógica de nudos sobre la que avanzará más tarde. Laurent plantea que se trata de un momento de cesura en la articulación entre cuerpo e inconsciente en el recorrido de Lacan. Marisol va a extraer los significantes momento y cesura para abrir nuevamente su lectura. Recuerda el lugar que tiene el significante momento en “El aserto de certidumbre anticipada”, como momento de concluir, y añade que en esta ocasión, esa conclusión tiene que ver con la producción de un reverso, operación delimitada a lo largo del Seminario XVII. Respecto a la cesura propone pensar allí la función que toman ciertos cortes en la poética, en los que se localiza una pausa después del acento, que articula una métrica al giro entre un verso y otro.

Continúa recordando que en el Seminario XVII Lacan se propone efectuar la operación de un reverso respecto del discurso psicoanalítico, sin pasar por el nombre del padre. Propondrá trabajar una cita del seminario, en la clase titulada “Edipo, Moisés y el padre de la horda” dentro del apartado “Más allá del complejo de Edipo“, donde Lacan localiza el lugar del mito y del efecto de cesura temporal. Señala que no se trata de que esté diciendo que el mito no sirva para nada, sino que no sirve a la práctica analítica. De modo que propone localizar al Edipo como un sueño de Freud, y la castración como un efecto de lenguaje no de la intervención del padre.

Luego propone retomar una referencia abordada por Graciela Esperanza y mencionada en la publicación Resonancias 6, de la Revista de Psicoanálisis de Nuevo Cuyo. Se trata de la referencia de Lacan a que sus Escritos son como flores japonesas, no hay que comprenderlos, sino sumergirlos en agua para que se abran. Marisol menciona el impacto poético de la imagen, girando en torno al efecto que tiempo y agua realizan sobre la flor japonesa.

Es en el triunfo de la religión que Lacan se refiere a esta comparación. En este texto, en el marco de una entrevista Lacan habla del lugar de los imposibles, y entre ellos, el lugar de la posición del analista. Este último se ocupa de lo que no anda, lo real. Mientras que los otros imposibles se ocupan de lo que anda, del mundo, que gira sobre sí mismo. Se subraya allí el giro del mundo y el analista ocupándose de lo que no anda. Lacan dirá que sus Escritos son el resultado concentrado de lo que transmitía oralmente en su seminarios, lo que hace que sea necesaria una nueva operación en la lectura para que se abran (comparable a sumergir las flores japonesas en agua). Se señala entonces el lugar del discurso psicoanalítico como una operación de reversión sobre el discurso universitario, y sobre el discurso del amo, en tanto subvierte el lugar del saber y la verdad, a partir del lugar que los mismos tienen en los discursos que antecenden lógicamente al psicoanálisis.

Luego, propone retomar un posible ordenamiento del escrito a partir de titular lo que ocurre entre las preguntas de Robert Georgin y las respuestas de Lacan. Propone tomar como referencia una presentación que Miller realizó del escrito a los libreros, y que usa Graciela Esperanza en el coloquio referido. Nos cuentan que algo parecido habían hecho (Marisol y Gabriela) ya que habían titulado a cada uno de los encuentros de este año con un nombre que les parecía nombrar de qué se trataba en cada una de estas preguntas/respuestas. En relación con la primera, Miller nombra lo que ocurre como “Lo que se propaga”. A la segunda, la llamará “La estructura y el cuerpo”, la tercera “Sentido y goce en la metáfora y la metonimia”. La cuarta “Abordaje de lo real”, la quinta “Necesidad del plus de gozar”, sexta “El saber y la verdad”, y la séptima “Los cuatro discursos”.

Para finalizar Marisol propone retomar algo que menciona Miller en el seminario “Respuestas de lo real”, en donde sitúa que Lacan se vale de la categoría de discurso, porque permite delimitar en cada una de sus prácticas de modo diferencial el decir y el dicho. Cada discurso es un modo del decir, que opera un modo de dominio. En la ciencia, por ejemplo, lo real responde pero no hay un sujeto que sea efecto de esa significación. Mientras que al psicoanálisis, ese sujeto, es lo que lo concierne. Luego, en la conversación pudo volverse sobre diferentes puntos comentados: el valor de la cesura, la curiosa propuesta de Lacan para la denominación del escrito, el lugar del cuerpo en una transmisión que se juega en la escucha, y la operación del discurso analítico respecto al discurso universitario del amo.