Clase 5 – 27 de julio de 2024
Reseña por Germán U. Sékula
La 5ta clase del Seminario Avanzado estuvo en esta oportunidad a cargo de Gabriela Rodríguez. Nos propuso abordar la respuesta de Jaques Lacan a la 4ta pregunta que le realiza Robert Georgin para la radiodifusión belga en 1970. La misma reza: Usted dice que el descubrimiento del inconsciente conduce a una segunda revolución copernicana. ¿En qué el inconsciente es él una noción clave que subvierte toda la teoría del conocimiento?[1] La respuesta a esta pregunta J. A. Miller la sitúa con la fórmula: Abordaje de lo real; por su parte las docentes propusieron: Inconsciente, ¿subversión de la teoría del conocimiento? Estos dos ejes de lectura nos permitieron ir desplegando la complejidad de la respuesta de Lacan, que inclusive se ha permitido agregar una nota al final como complemento de su primera respuesta. Intuimos en ello la afectación y la profundidad de las implicancias al momento de definir el inconsciente y su relación con el saber y lo real.
En un primer momento el autor sostiene que será Freud quien hace un uso mítico de la Revolución Copernicana en tanto ubica al psicoanálisis y al inconsciente como afrenta narcisista a partir de la investigación científica. En esta línea Freud sitúa el heliocentrismo copernicano, la teoría de la evolución de las especies de Charles Darwin y su propio descubrimiento del inconsciente: “Sin duda que la más sentida fue la tercera afrenta: la psicológica”[2]
La potencia de la clase giró en torno al hecho de que si Freud ubica en el inconsciente la idea de subvertir el conocimiento Lacan la rechazará pero no la descartará, sino que extraerá de ella sus implicancias. Propone entonces una lógica en la cual instala la posibilidad de asir lo real por vía de la falla en el conocimiento. Retomando el descubrimiento copernicano va un poco más allá a partir de Kepler en quien sitúa la verdadera subversión, única digna de ese nombre, en tanto supera la noción imaginaria de círculo perfecto e introduce el concepto de elipse a partir de la utilización de las fórmulas matemáticas. Es así que Lacan sostiene que “Aquello alrededor de lo cual gira, pero justamente es el término que hay que evitar, alrededor de lo cual gravita el esfuerzo de un conocimiento en vías de situarse como imaginario, es claramente, como se lo lee al hacer con Koyré el enfoque de la crónica de Kepler, librarse de la idea de que el movimiento de rotación, porque engendra el círculo (sea: la forma perfecta), pueda únicamente convenir a la afección del cuerpo celeste que es el planeta.”[3] Si nos preguntamos cómo se aborda lo real, con Lacan podríamos sostener que a esto se responde por vía de la fórmula en tanto algo se añade a la naturaleza para dar cuenta del fenómeno: “Hay fórmulas que uno no imagina. Al menos durante algún tiempo, ellas se ensamblan con lo real.”[4] Más adelante agrega: “Que solo la estructura sea propicia para la emergencia de lo real de donde se promueve una nueva revolución”[5]. En este punto el autor se servirá del concepto de plusvalía forjado por Karl Marx pues el mismo revela la estructura del discurso capitalista en tanto que forcluido.
Siguiendo estas líneas directrices la docente nos propuso que en Lacan y su respuesta a la pregunta de Georgin, se produce un descentramiento a partir de servirse de la metáfora freudiana para revelar el fantasmático dominio del yo y pone el acento en las fallas del conocimiento para situar lo que allí se revela de lo real a partir de ubicar la estructura.
Podríamos plantear que a partir de aquí la cuestión para Lacan se tratará de dar cuenta de cómo el saber empalma con un real. De este modo el autor revaloriza el descubrimiento freudiano de la incidencia de un saber que se sustrae a la conciencia, que se estructura como un lenguaje, que es articulado pero que se resiste a la articulación y que éste se revela a partir de un punto de falla y por los efectos con los que se inscribe. Sostiene Lacan: “El inconsciente, lo vemos, no es más que un término metafórico para designar el saber que solo se sostiene por presentarse como imposible, para que a partir de allí se confirme por ser real (entiendan discurso real).”[6]
Gabriela situó la importancia de que para que el inconsciente surja como cortes que revelan la estructura “hace falta tiempo”[7]y será la función del analista soportar ese hace falta tiempo para que el inconsciente permita articular lo que del ser viene al decir. La herramienta del analista será la interpretación y ella, en tanto el inconsciente es corte, falla, agujero en la cadena, se revelará por lo que cae. La docente nos propuso situar la importancia de la diferencia entre palabra y letra en tanto esta última implica una materialidad y el paso por vía de la extracción. De este modo, pudimos ubicar la cara creacionista del significante, siendo la fórmula una modalidad de acceso a lo real que continúa esa orientación.
Para finalizar destacamos la cita de Lacan que sostiene que “el abordaje de lo real es angosto. Y es por acosarlo que el psicoanálisis se perfila”[8]
NOTAS
- Lacan J.: Radiofonía. Otros Escritos. Buenos Aires, Editorial Paidós 2012. Pág. 443
- Fred S.: Una dificultad del psicoanálisis. Obras Completas. Tomo XVII. Buenos Aires, Amorrortu Editores 2003. Pág. 133
- Lacan J.: Radiofonía. Otros Escritos. Buenos Aires, Editorial Paidós 2012. Pág. 444
- Ibídem: Pág. 446
- Ibídem: Pág. 447
- Ibídem. Pág. 448
- Ibídem. Pág. 450
- Ibídem. Pág. 454