Clase 7 – 28 de septiembre de 2024
El plus de gozar y la máquina de los discursos
Reseña por Joaquín Piechocki
Me senté en la tercera fila. Se escuchó en la sala la pregunta dirigida a Lacan: ¿En qué son incompatibles saber y verdad?
La primera palabra de Lacan llegó pronto y me hizo reír, sin saber por qué. En su respuesta, introduce la homofonía en francés de ‘incompatibles’ y ‘ils compatibilisent’ (ellos compatibilizan). Inmediatamente subraya que no hacen un todo. Y a continuación distingue a la verdad como aquello que soporta todo, incluso la tos, y que no da ni frío ni calor (encuentro una alusión al cuerpo).
Marisol propuso hacer un recorrido por la trayectoria de indagación de Lacan sobre la relación verdad y saber, que tiene presencia a lo largo de su obra.
¿Cómo llega el saber a ocupar el lugar de la verdad en el discurso analítico? En el momento en que Lacan responde en Radiofonía, produce el Seminario 17.
Siguiendo un recorrido por la verdad: en 1953[1] la presenta como una construcción a recuperar vía el análisis (como advenimiento de la palabra verdadera), en 1955[2] dice que la verdad habla sin otra garantía que su enunciación, en 1966[3] que el sujeto se divide entre la verdad y el saber (ningún lenguaje podría decir lo verdadero sobre lo verdadero). En 1970, Lacan dicta el Seminario 17, donde subraya que la verdad solo puede ser dicha a medias, que es inseparable de los efectos del lenguaje, y que es hermana del goce. La verdad queda ubicada entre nosotros y lo real, dice Lacan.
Si en cambio se hace foco en el saber, en 1953[4], Lacan ubicaba que lo que el psicoanalista debe saber es ignorar lo que sabe, y en 1967[5] sugiere abordar cada caso como si no hubiésemos adquirido nada de anteriores desciframientos. Y va a decir que esto no autoriza al psicoanalista a contentarse con saber que no sabe nada. El saber que se requiere es saber leer: para que algo pueda venir a escribirse. Puntualiza que ese saber es lo que se escapa, sobre lo que cada uno radicalmente no quiere saber, como defensa para no concernirse con la verdad. En el Seminario 17 el saber es presentado como medio de goce, señalando que el saber que interesa al psicoanálisis es el del rasgo unario. Las consideraciones sobre el inconsciente tienen una trayectoria en el mismo sentido: de ser depositario de la verdad que habla al saber inconsciente. En particular, el matema del discurso analítico articula saber y verdad, siempre dicha a medias.
Sobre la terna que forma verdad, saber y real, Lacan indica en Radiofonía que la verdad se sitúa al suponer lo que de lo real hace función en el saber, que ahí se añade a lo real. Es el lugar que toma en el discurso analítico. La relación al goce se encuentra subrayada específicamente en el Seminario 17: el saber como medio de goce, la verdad hermana del goce.
En el marco de este seminario, lee una transcripción de Radiofonía, donde menciona que la pregunta (que nos ocupa) es de una ingenuidad encantadora. Es en ese contexto donde menciona que saber y verdad se hilvanan juntos, y que lo real no está de entrada para ser sabido. La figura del hilván resulta especialmente sugerente. Dice: “A decir verdad, no es más que de lo falso de ser que uno se preocupa en cuanto tal de la verdad. Al saber, que no es falso, no le importa…” Entonces me pregunto si esta precisión no está indicando que ese saber, el que nos interesa, no es el que se preocupa de lo que no funciona.
En el mismo texto de la respuesta ubica en la juntura con lo real a la incidencia política. ¿Con cuál saber hacer la ley? Por un lado, dice que la revolución sobreviene cuando un saber se reduce a síntoma (¿retorna?). Por otro, que el recurso con el que se cuenta es lo que cae del saber como condensación, que agita lo real. Concluye que se demuestra lo real en un circuito de energía diferente.
Terminada la clase volví a la idea del índex del conocimiento que menciona Lacan al principio de Radiofonía: el todo como aspiración del saber. ¿Se refiere al discurso de la ciencia, de tanta actualidad política? ¿Esta energética diferencia indica el contraste entre el aburrimiento del discurso universitario y la vitalización del cuerpo? Un punto de apoyo: la incompatibilidad de que la verdad sea toda y no toda.
NOTAS
- Lacan, J. (1967). Proposición del 9 de octubre. Revista Ornicar, 1, 26.
- Lacan, J. (1953). Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis.
- Lacan, J. (1955). La cosa freudiana o sentido del retorno a Freud en psicoanálisis. In Escritos 1 (pp. p-145).
- Lacan, J. (1966). La ciencia y la verdad. In Escritos 1 (pp. p-340).
- Lacan, J. (1955). Variantes de la cura tipo. Escritos, 1, 311-348.