Seminario del Campo Freudiano - Sección La Plata de la EOL

Seminario de Lectura de Jacques Lacan- Clase 7

Clase 7 – 28 de junio de 2023

Sobre El Seminario 5 “Las formaciones del inconsciente”

Reseña por Lucía Secco

En la séptima clase del Seminario de lectura de Lacan, Verónica Escudero abordó los capítulos “De la imagen al significante” y “El fantasma, más allá del principio del placer”, capítulos finales de la segunda sección del Seminario 5, denominada “La lógica de la castración”.

Utilizó como puntos de apoyo, en primer lugar, ciertos comentarios del libro de Miller Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan, donde propone que dicho Seminario podría tener como subtítulo el nombre de la clase XII, ya que todo el Seminario trata del desplazamiento de lo imaginario a lo simbólico. Esto resulta orientador para ubicar cómo el yo se vuelve significante.

En segundo lugar, se apoyará en el siguiente esquema:

En el que la base del triángulo imaginario se superpone al lado que dibuja la relación N M (uno de los tres lados de triangulo edípico), y donde, en el vértice opuesto al padre, Lacan dibuja el falo como efecto de la metáfora paterna.

El tercer y último punto de apoyo es lo que Lacan desarrolla en la clase “Los tres tiempos del Edipo” sobre la función imaginaria y las perturbaciones en la realidad, y el campo pre edípico.

En el capítulo XII, “De la imagen al significante”, Lacan retoma el punto de extravío de los post freudianos, quienes concebían la relación imaginaria del sujeto con el mundo como la base del desarrollo de su relación con la realidad. Y vuelve a afirmar la función del significante como operador: “Desde el origen, la necesidad está motivada en el plano del deseo, es decir, algo que está destinado en el hombre a tener cierta relación con el significante”.

Aquí Lacan, se sirve del estadio del espejo, y Verónica Escudero propone preguntarnos por qué lo trae en este punto.

El autor se aproxima diciendo: “Es el encuentro del sujeto con lo que es propiamente una realidad, y al mismo tiempo no lo es (…), una imagen virtual que desempeña un papel decisivo en cierta cristalización del sujeto (…) su Urbild. Lo pongo en paralelo con la relación que se produce entre el niño y la madre (…). Aquí, el niño conquista el punto de apoyo de eso que está en el límite de la realidad, que para él se presenta en forma perceptiva pero por otra parte se puede llamar una imagen”. La imagen tiene la propiedad de ser una señal que se aísla de la realidad, gracias a lo cual establece ciertos puntos de referencia que permiten al sujeto organizarse.

Asistimos a un doble movimiento: por una parte, la localización del sujeto con respecto a la realidad; y por otra, la construcción de las coordenadas que permiten el pasaje estructurante del Edipo. Según Jacques-Alain Miller, (en Lectura del Seminario 5 de Jacques Lacan) en este Seminario, Lacan entiende que el yo no es simplemente un elemento imaginario; y va demostrando el movimiento de hacer pasar lo imaginario a lo simbólico, en particular el deseo.

Verónica Escudero propone enfatizar, observando el esquema R, que de la m (Urbild del yo) hacia el N (Ideal del yo) se dan las diferentes identificaciones que se cristalizan en el yo y evolucionan hasta el Ideal del yo (identificación terminal del Edipo). Miller destaca que es un vector muy pequeño pero donde pasan cosas muy importantes en la vida de un sujeto.

Donde ubica el esquema, Lacan afirma que esa formación que se llama Ideal del yo es aquello con lo que el sujeto se identifica yendo en dirección a lo simbólico. También dice que el sujeto parte de la localización imaginaria – que está, en cierto modo, preformada instintivamente en la relación de él mismo con su cuerpo – para lanzarse a una serie de identificaciones significantes.

Entonces, se vuelve a poner énfasis en que Lacan vuelve a concluir que no podemos abordar las cuestiones del objeto simplemente con las categorías de lo imaginario, ya que el objeto está capturado en la función del significante.

El sujeto se identifica con el objeto de una forma radical, lo cual exige que haya en este nivel un polo que represente en lo imaginario lo que se escapa por la fuga del significante (“significación que siempre se desliza, huye y se escapa”); este polo para Lacan es un objeto, y sería el eje central del desarrollo subjetivo, y finalizando el capítulo lo nomina: “se llama el falo”.

A partir de ubicar el falo como el objeto que queda capturado en la lógica significante, Verónica Escudero, finalizando la clase, pasa al capítulo XIII, “El fantasma más allá del principio del placer”, para cernir la función de respuesta y de simbolización que le da el autor al falo, quedando definitivamente el falo como significante. Lacan afirma que el falo entra en juego en el sistema significante a partir del momento en que el sujeto tiene que simbolizar, en oposición al significante, y representa así el significado en cuanto tal, la significación.