Seminario del Campo Freudiano - Sección La Plata de la EOL

Seminario Introducción a un discurso del método analítico- Clase 7- 2024

Clase 7 – 3 de julio de 2024

Reseña por Maria Jesús Bellomo

Ofreciendo continuidad al recorrido iniciado en la Clase número 4 de este Seminario, Mariella Lorenzi, se dispone a interrogar nuevamente la interpretación analítica, pero en esta oportunidad,desde la última enseñanza de Lacan, intentando situar en primer lugar, las referencias que señalan la torsión producida por el maestro francés, a causa de resultar insuficientes, las elaboraciones basadas en su tesis sobre el inconciente estructurado como un lenguaje.

La docente encuentra en la clase titulada “Lituraterra” del Seminario 18, términos conducentes a la última enseñanza, que con justeza podrían ubicarse en lo que Lacan llama litoral, vale decir, en el límite que separa dos órdenes heterogéneos, en este caso, simbólico de real. Se ordenan dichos términos de la siguiente manera:

SIMBÓLICOLITORALREAL
Discurso, S1- S2, cadena significante, semblante
Saber, Verdad
Inconciente
Escritura
Letra
Cuerpo
Tachadura
Rasgo Unario
Lo imposible de escribir
Goce
Organismo
Agujero

Sin echar por tierra las primeras concepciones, comienza a sospecharse un lugar otro que el de lo simbólico, un más allá de la estructura del lenguaje, que ya se refleja en la denominación de este Seminario: “De un discurso que no fuera del semblante”.

Se sugiere al auditorio, leer la anécdota que narra Lacan de un viaje a Japón, en el que observa desde el avión, los surcos en la planicie siberiana, producidos por la lluvia al caer sobre la tierra. Esta imagen, bien podría arrojar luz sobre el conocido esquema del peine dispuesto por Sigmund Freud, en el que explica la imposibilidad de retranscripción de algunos signos de percepción que ingresan al aparato psíquico. Es decir, existirían marcas que no se traspondrían en representaciones-cosas, constitutivas del inconciente. Marcas, trazos, que tomaran diferentes nominaciones en el último tramo de la enseñanza de Lacan: Letra, S1 solo, enjambre de S1, lalengua, que a partir de su articulación con un S2 instituirán el inconciente, al sujeto dividido y al objeto.

Tras estas consideraciones, la interpretación, que consistía en apuntar a la verdad analítica, resulta exigua para acercarse al traumatismo que imprime lalengua.

De este modo, sirviéndose de la lectura de Jaques Alain Miller[1], Mariella, invita a pensar la interpretación, ya no solo como operación que apunta a producir efectos de verdad (costado simbólico) sino como capaz de causar consecuencias sobre el goce. Pues, a menudo, el analista profiere una palabra que sorprende, que se dirige más allá de la repetición provista por el soliloquio del analizado que goza al hablar, se trata de una interpretación que se orienta como la pesadilla, provocando horror de lo que no se quiere saber y es imposible huir de ese despertar. Interpretación que es susceptible de inscribirse como marca, equivalente al traumatismo, movilizando la libido. Se trataría de una palabra que apunta al goce, que agujerea, cobrando el estatuto de inolvidable.

Siguiendo esa línea, frente a la ausencia de reglas, brinda a los participantes, algunos principios orientadores extendidos por Miller en La palabra que hiere[2].

  1. No hacer obstáculo a lo imposible de decir, charlando, interpretando a las corridas.
  2. Crear el inconsciente a partir de la interpretación
  3. Reconducir el sentido al goce, revelar lo que el sentido le debe al goce
  4. Hacer sitio a lo aleatorio. Una interpretación no sabe los efectos de antemano. No abole el azar.
  5. Guardar silencio, porque ningún predicado conviene a lo real. El goce no tiene otro signo que el silencio del analista
  6. Las historias en las que el analizante está embrollado ¿hay que interpretarlas? Más bien, deben reducirlas al síntoma que las soporta.
  7. No hay una dirección de la interpretación, se dirige siempre hacia la repetición, para distinguir en ella lo que evita, es decir, lo real.

En lo que sigue, compartirá una viñeta clínica, donde podrán articularse las indicaciones propuestas por Miller e intentará transmitir algo de lo intransmisible ¿cómo se le ocurre al analista una intervención? ¿Cómo se realiza una intervención?

Se trata de un paciente tomado por la angustia en relación a una situación laboral. De su relato puede extraerse el término “exigencia”, término que quedará concatenado a la emergencia de sueños que causan vergüenza. Del primer sueño, Mariella localiza y señala en su intervención, la repetición de algo del orden de la pérdida: el soñante, en las escenas que se suscitan, pierde el auto, su país de origen y termina trabajando en un lugar donde ayuda a otros que están peores que él.

En el segundo sueño, ocurren una serie de eventos desafortunados, se rompe su auto y sufre algunas pérdidas que lo llevan a pedir ayuda a otros, sin éxito. En medio de ello, irrumpe el elemento que contrasta con la serie: se trata de un significante que alude a animales de grandes características, caídos de un puente, que estaban siendo rescatados. El animal en cuestión, aparece asociado a ciertas cualidades: “se impone, pero no es agresivo”, “solido, pero que no se enoja”. Ante lo precedente, la analista interviene de forma taxativa, señalando que el animal es él mismo. Brota la emoción, al mismo tiempo que surge la figura de un jefe que lo maltrata (JA) (que habría procurado su despido) y se produce la reapertura de una serie preguntas taponadas por argumentos que van cayendo: ¿para qué trabajar tanto, si ahora soy dueño mí tiempo? ¿Por qué quedarse en lugares en que es maltratado?

Puede pesquisarse, algo de la interpretación al revés que formula Miller, es decir, la reconducción del S2 (sueño como formación del Icc, el Icc interpretando) al S1: significante animal.

Llegando al cierre, se abre el intercambio con los oyentes, del que podrían destacarse las siguientes puntuaciones e interrogantes:

  • Podría pensarse ese significante que asalta y contrasta, como un S1 que nombra la posición fálica de este sujeto y que cae a partir del sueño.
  • S1 como nombre de goce, de este hablanteser.
  • La vergüenza y la angustia como coordenadas ante un S1.
  • Dos modalidades de la interpretación que permitirían dos funciones diferenciadas del analista: por un lado intervenciones cuyo efecto adormece, (Analista Sinthome) y otro tipo de intervenciones que por el contrario, traumatizan, impidiendo el adormecimiento (Analista Sintoma)
  • La emergencia del Inconciente a partir de una interpretación primera que funda la relación transferencial.
  • Y como broche del cierre, retomando el enunciado de que la interpretación no apunta solo a la cadena significante (al inconciente estructurado como un lenguaje) se hace hincapié en el binomio que propone J.A.M en Los signos del goce, donde expresa queexisten dos tipos de interpretaciones, a unas las llama continuas y son aquella que agregan al S1, el S2, apuntando a la cadena significante y a las otras, las denomina interpretaciones discontinuas, que serían aquellas que cortan al S1 del S2. El problema que origina, es que designa a ambas con el término interpretación ¿Será posible salir de ese escollo haciendo uso del término “Construcción” que Freud propone en Analisis terminable e interminable para designar a las primeras (encadenamiento de S1-S2) y restringir el uso de “Interpretación” para las segundas, que serían las que se dirigen eminentemente al goce?

NOTAS

  1. Estas referencias pueden encontrarse en la pág. 229 de”La fuga del sentido” y en “Sutilezas analíticas” de J.A.M
  2. Revista lacaniana Nº 25.