Clase 2 – 12 de abril de 2023
Reseña de la clase 2 (12-4-23): Las estructuras freudianas del espíritu (cap. I y II)
Reseña por Viviana Tapia
En este segundo encuentro establecido el miércoles 12 de abril, trabajamos en lo referente a los grafos elementales del deseo y la función del significante en el inconsciente.
Se hizo mención a seminarios anteriores para entender y contextualizar el Seminario 5, poniendo de relieve el punto de almohadillado y el objeto metonímico. La docente describió que Lacan retoma la agudeza encontrada en el chiste y su relación con el inconsciente de Freud, debido a que la agudeza es la mejor entrada al inconsciente, lo que permite abordar las relaciones del inconsciente con el significante y sus técnicas. Y también nos introduce a las otras formaciones del inconsciente como el lapsus y el chiste. Comprendiendo que no hay chiste que no sea particular, no hay agudeza en el espacio abstracto, ya que toca el cuerpo de manera diferente, poseyendo a quien lo dice en una dimensión de sorpresa.
Para tomar el tema de la agudeza Freud parte de la técnica significante, y Lacan se sirve de los grafos elementales, que luego derivarán en el grafo del deseo. Para ello piensa primero en el piso inferior y luego en el superior del grafo.
En estos capítulos se establecen las relaciones del inconsciente con el significante y sus técnicas. Se ve el intento de Lacan de ubicar en los grafos la diferencia entre palabra plena y palabra vacía, a la luz de lo que viene desarrollando en el piso inferior del grafo, situando el entrecruzamiento de la cadena significante -permeable a los efectos metonímicos y metafóricos -, con el discurso racional, -el de la intención del decir-. Cuando el sujeto habla con sus significantes se presentan dos modos de palabras: la palabra vacía, comunicación entre yoes, entre semejantes que hablan, y la palabra plena, que es la palabra del ser del sujeto, la de la cadena. La docente enunció que como psicoanalistas nos encontramos en el lugar del Otro, teniendo que operar con nuestras intervenciones para que no sea una simple charla. El Otro es el Otro de la sorpresa, de la verdad, de la sintaxis y luego será el de la falta. Respecto de esto último, el lugar de la falta, Lacan se separa de los estructuralistas.
Se desarrolló el ejemplo del chiste de famillonario; esa palabra inclasificable que no existe en el código y que surge del encuentro de familiar y mi millonario, en el lugar del mensaje. Ahí Lacan sitúa lo más propio, el “escándalo de la enunciación”. En lo que se refiere a la cadena hay tres tiempos. En el primero, el esbozo de mensaje –millonario-, en el segundo tiempo la cadena se refleja en β´en el objeto metonímico, mi millonario y en el tercer tiempo, millonario y familiar se encuentran y se conjugan en el mensaje, en γ, para producir famillonario, que el Otro, desde el lugar del código, autentifica. Por último, se refirió a la definición de agudeza, que descansa en el mensaje que se produce en cierto nivel de la incidencia significante, y posee tres rasgos distintivos: el valor del mensaje, como diferente de lo que se encuentra en el código; en segundo lugar, el Otro que lo autentifica como agudeza; y en un tercer nivel, la dimensión de coartada de la verdad, el nivel de la creación de sentido.
